lunes, noviembre 02, 2009

REVIEW: WOLFMOTHER - COSMIC EGG



Cuando empecé este blog en 2006, una de las primeras bandas de las que hablé fue de Wolfmother. Era un post en el que los englobaba junto con The Answer como las principales promesas surgidas en 2006.
Hoy, tres años más tarde y tras el susto que nos dió el trío en 2007, cuando Chris Ross y Myles Heskett abandonaban el barco dejando sólo a Andrew Stockdale (movimiento que nos hizo pensar en el fín de la banda), vuelven con nueva formación y su “Huevo cósmico”... Y a diferencia de The Answer, mejorando notablemente respecto a su álbum de debut.
“Cosmic Egg” es, al igual que su primer álbum, un álbum repleto de ecos, su sonido sigue siendo el de una banda de 1972. Y no una banda cualquiera. Escuchar un disco de Wolfmother es una experiencia espacio-temporal, que te transporta a la década dorada del Hard Rock clásico. A aquellos discos de pretenciosidad sin límites, de letras místicas y mensajes ambiguos.
Por supuesto, siempre habrá quien opine que no son una banda original, incluso que son un chiste, como nuestro horrorizado amigo Mike Patton…




…Pero como dijo Steven Tyler, harto de comparaciones con The Rolling Stones, TODAS las bandas han copiado en la historia, lo importante es que si vas a copiar, lo hagas de los mejores.
Y eso Wolfmother lo hace de maravilla. Cuando te descuides, te parecerá estar en “The Houses os the Holy” (“In the morning”), escucharás guitarrazos de Ram Jam (“New moon Rising”) , White Stripes (“White Feather”) y por supuesto, aunque menos que en su debut, también de Black Sabbath (“Phoenix”).
Pero sería injusto valorarlos sólo por sus influencias, por marcadas que estén, ya que Wolfmother ha conseguido modelar un sonido propio identificable, en el que se requieren estos ecos de los grupos más representativos del rock dinosáurico, para poder trasladar fidedignamente la esencia de aquellas joyas de los años ’70,.

En definitiva, “Cosmic Egg” como ya he comentado, me parece un disco superior a su ábum debut, principalmente porque es más variado.
La impresión tras las escuchas es que es un álbum más accesible, con un sonido menos “mastodóntico” que en su primer disco, haciendo más concesiones a melodías acústicas, que cuenta con grandes números rockeros y que sobretodo, apetece escuchar de principio a fín. Y esa es la mayor virtud que puede tener un álbum, al menos, la que yo más valoro.
Habrá que ver hasta donde llegan los australianos en su progresión discográfica, de momento con lo que tienen, ya pueden conformar un Set List muy apetecible en su próxima gira…¡ya estoy deseando verlos ejecutando “California Queen” o “Sundial” o “10.000 feet” en directo por estas tierras!.
Keep on rockin” Wolfmother!!, El rock clásico necesita más bandas como vosotros.

8 /10

1 comentario:

Rafapecar dijo...

El año que viene, al concierto de cabeza.